De 1905 hasta hoy
En el transcurso del verano de
1903, el Padre
Bernard Murray, pastor en la parroquia San Bernard, en la región de Englewood de Chicago, con el permiso del Arzobispo J
ames Edward Quigley, solicitó a las Religiosas Hospitalarias de San José de Kingston, Ontario, para abrir un hospital en su parroquia.
Con el permiso del Arzobispo
Charles Gauthier de Kingston, siete hermanas, dentro de ellas las Hermanas
Anne Hopkins, Mary of the Sacred Heart (Catherine Leahy), Elizabeth Norris, Gertrude Leahy, Helen Jarrell, Mary Anne Blaney y Sarah Farrell, dejaron Kingston el
21 de noviembre de 1903 para abrir este hospital muy en demanda. Fondos fueron solicitados y después de varias pruebas, tales un incendio que destruyó el convento de las hermanas,
el hospital San Bernard abrió sus puertas el 21 de noviembre de 1905.
En el transcurso de los años, el hospital San Bernard sufrió cambios económicos y demográficos. Las RHSJ mantuvieron su compromiso en servir a la comunidad, realizando su misión de cuidados compasivos con los más desfavorecidos y el hospital continuó su expansión para responder a las cambiantes necesidades de la comunidad.
La región de Englewood, alrededor del hospital San Bernard, se había deteriorado y no quedaba sino casas en mal estado y armazones de casas destruidas por el incendio. Después de la demolición de algunas de estas, el Director General del Hospital San Bernard pensó en la construcción de unidades familiares sencillas en los lotes vacíos.
Se formó la Saint Bernard Housing Development Corporation y 90 alojamientos unifamiliares fueron construidos, en colaboración con agencias civiles y privadas. Estas casas, conocidas con el nombre de Place Bernard, forman parte de un plan más grande de New Englewood Crossings, que procurará
120 residencias unifamiliares, a precio módico, en calles adornadas con árboles.
El Hospital San Bernard siempre continúa respondiendo a las necesidades de la comunidad. Además de acondicionamientos y equipos modernos en el hospital, San Bernard procura cuidados médicos en la comunidad,
la Unidad Móvil de Salud Pediátrica, asegura la vacunación de los bebés, las cuidados dentales para los niños y ofrece mamografías gratuitas a las mujeres que no tienen ningún seguro médico. El establecimiento es miembro de
Salud Católica Internacional.