2) - Asociado(a)s y Carisma - Misión - Espiritualidad

Carisma

Los carismas son dones de Dios, dados a personas. Estos dones son libres y gratuitos, múltiples y variados. Se los da para revelar al mundo una faceta particular del Amor de Dios.

Nuestro carisma, reconocido por la Iglesia, está contenido en el enunciado dado por el mismo Jerónimo Le Royer:

EL ESPÍRITU DE ESTA FAMILIA ES EL DE LA SANTA LIBERTAD DE LOS HIJOS DE DIOS

¿De qué libertad hablamos?

Hablamos de esta libertad fundada en el Amor. Amar como Dios ama. Amar a la manera de Jesús quien, libremente y por amor de su Padre, aceptó dar su vida por la humanidad.

Ya hechos hijos de Dios por el bautismo, es a esta misma libertad que estamos llamados y a la cual nuestro carisma nos invita: vivir la ternura y la compasión a la manera del Dios Amor que une y libera, como lo vivió la Sagrada Familia.

¿Hay un carisma más actual a descubrir, acoger, para vivirlo y dar testimonio en un mundo en búsqueda de sentido? ¿No encontrarían las familias de hoy una inspiración y una sabiduría?


Misión

Todo carisma se da para una misión específica.

Como Asociado(a)s al carisma y a la herencia espiritual transmitida por Jerónimo Le Royer y María de la Ferre, nuestra misión en la Iglesia según nuestro estado de vida, es ser testigo de un Dios Amor que une y libera.

Rm 12,6 et s…
«Tenemos dones diferentes según la gracia que nos ha sido concedida. ¿Es el don de profecía? Que se lo cumpla con fe. ¿Tiene uno el don del servicio? Que sirva. ¿El otro el de enseñar? Que enseñe. Otro el de exhortar, que exhorte… »


Espiritualidad

En toda realidad cristiana, el carisma y la misión están alimentados por una espiritualidad. En otros términos, una familia espiritual toma un camino para ir a Dios. Para la familia espiritual de las RHSJ, la encontramos en la herencia de Jerónimo Le Royer y de María de la Ferre.

Para Jerónimo, es la unión, la comunión, los vínculos de la caridad que priman en la Iglesia. María de la Ferre tiene, en cuanto a ella, un gran atractivo hacia la Eucaristía, la unión de corazones y la atención a los pequeños.

Los hijos e hijas espirituales de Jerónimo y de María de la Ferre están invitados a vivir de esta espiritualidad:

- Alimentarse en la Eucaristía, en la Palabra de Dios así como en la oración personal y comunitaria.

- Vivir la unidad, la comunión, entre ellos y con las personas en necesidad :

        o Inspirándose de las primeras comunidades cristianas.

        o Descubriendo esta unidad y esta comunión en la contemplación de la Sagrada Familia, reflejo del Amor entre el Padre, el Hijo y el Santo Espíritu. Es en este sentido que el Padre Blanchard, eudista comenta la invitación de Jerónimo como esto:

«En primer lugar ir a José quien les llevará a María. Ambos les introducirán al misterio de Jesucristo y así llegarán a la adoración y a la glorificación del Amor Trinitario. »